El regreso
Este mes apenas he visto a mi Amo. Tampoco he hablado con él más que en contadas ocasiones. Primero, fueron mis exámenes finales de carrera, afortunadamente terminados con éxito, y luego, un pequeño viaje de vacaciones a la playa, por supuesto con su permiso, donde he permanecido cinco días con algunas de mis amigas.
Pero ahora regreso y estoy segura de que las cosas cambiarán. Por lo pronto, esta tarde voy a estar con mi Señor y le contaré todo lo que ha sucedido en los últimos días, cómo he cumplido sus órdenes y qué sensaciones me han embargado. Espero recuperar esa condición de esclava que a lo mejor tengo un poco perdida con tanto acontecimiento extraño y volver a sentir ese sometimiento al que estoy acostumbrada. Hasta mi Amo me dijo el otro día que de estar tanto tiempo alejada de la sumisión estaba olvidando el comportamiento que debía tener como esclava. Una seria advertencia que voy a tratar de subsanar.