martes, abril 20, 2010

Vivir para ser esclava



Nunca fui una adolescente sumisa ni obediente, ni me conformaba con explicaciones absurdas ni seguía los dictados de los demás sólo porque era lo que estaba bien y lo que se debía hacer.
Nunca había pensado en la sumisión, ni en el sometimiento a otro ni, mucho menos, en el BDSM como práctica puntual y qué decir como forma de vida.
Un día, en el transcurso de una relación sexual, mi compañero comenzó a darme azotes y, sorprendentemente, resultó que me sentí excitada. Más adelante, otro día, me ató y resultó que volví a sentirme excitada y un día posterior, me insultó con frases humillantes que yo misma le había pedido y resultó que, de nuevo, me sentí sobreexcitada.
La relación con mi chico se rompió por circunstancias totalmente ajenas a lo que cuento y después de un par de meses, recordando aquellas prácticas, se me ocurrió buscar en Internet, sólo por curiosidad, algunas páginas de sumisión. Me interesaron más de lo que había creído y seguí buscando y leyendo hasta que un día, después de muchas dudas y titubeos, contesté en un foro a alguien que había escrito un post en su calidad de Amo.
¿Qué lleva a una chica de veintidós años, con toda la vida por delante, terminando la carrera que le va a permitir ejercer la profesión que ha elegido desde pequeña, independiente, excepto económicamente, libre de cualquier atadura o restricción, con un noviazgo recién terminado lo que aún le da más libertad, a someterse a un Amo al que acaba de conocer, hacerlo sin condiciones y sin limitaciones y con el propósito o, al menos, con la intención, de vivir sometida, sin libertad y sin ningún derecho, ser usada de cualquier manera, sobre todo sexual, sin posibilidad de intervenir o de objetar por ese Amo o por quien él decida?
La respuesta en el próximo post.

domingo, abril 18, 2010

Premio

Quiero dar las gracias a mi hermana la esclava cinde {T} por haber sido partidista y haberme dado el Premio Huellas que, con toda seguridad no me merezco. Lo pongo en mi blog con el máximo orgullo y procuraré no defraudarla ni a ella ni a los que están de acuerdo con esa decisión.

Gracias



Naturalmente, es fácil imaginar a quién se lo doy yo misma:



La Torre Roja
Caricias
El Universo de Kayra
Diario de una esclava
Al otro lado del espejo
Confesiones de la esclava spica
Domina Amanda
Esencia sumisa