viernes, agosto 15, 2008

Homosexualidad y BDSM


La única ventaja, si se puede llamar así, de tener que guardar reposo es que se dispone de mucho tiempo para pensar. De esa forma es como he llegado al tema del que quiero escribir hoy, que no es otro que el de las relaciones homosexuales en el BDSM.
Antes de seguir diré que soy heterosexual y que hasta este momento todas mis relaciones han sido con chicos. Me gustan los chicos aunque supongo que podría llegar a que también me gustase alguna chica en particular y en algún momento concreto.
Hace unos días le pregunté a mi Amo si le gustaría ordenar a sus esclavas que mantuvieran una relación lésbica entre ellas o con otras en su presencia y con algún subterfugio lingüistico vino a decirme, no sólo que sí, sino que era algo con lo que contaba para un futuro más o menos cercano.
También he hecho una encuesta en mi otro blog sobre este tema y espero, que de sus respuestas, pueda sacar alguna conclusión, pero yo también quiero responder a la pregunta que planteaba en ella y decir que si mi Amo me lo mandara no dudaría en mantener una relación lésbica con la persona que él me indicara, pero no porque me guste o me pueda gustar, sino porque como esclava no tengo otra opción que obedecer lo que él diga.
¿Pero y si no lo mandara? Ahí la respuesta es más difícil. No niego que el hecho de pensar en un encuentro íntimo con una persona de mi mismo sexo tiene un innegable morbo y que me produce una cierta excitación aunque, seguramente, no tan fuerte ni decisiva como para intentar una relación completa. Tal vez estuviera más dispuesta a contentarme con algo más modesto, algún beso o alguna caricia, a pesar de que, por experiencia sé que no se puede decir de este agua no beberé y que todo depende de las circunstancias, del momento y de las personas.

5 Comments:

Blogger Jade said...

En mi caso y teniendo la opción de negarme... lo fuerte es que no lo hice, y digo fuerte porque también me creía "hetero" de toda la vida y, aunque tambien me producía morbo la situación, por mi propia decisión seguramente no hubiera dado ese paso... pero se terció porque mi Señor así lo deseaba, y, aunque en un principio no fué demasiado bien (bueno detallo mas en el post que escribí sobre ello) el resultado fue de lo mas satisfactorio para los tres ciertamente... y deseando estoy conocer al fin en vivo y en directo a esa hermanita que tengo desde hace unos meses y aun no conozco por ese medio ;)

Mi consejo sería, en el caso de poderse negar o no... al menos dar el paso y probarlo, no quedarse con la frustración del "¿y...si?" porque al fin y al cabo es una apertura mental y nueva vivencia que siempre nos aportará algo nuevo, después según como vaya dicha experiencia, cada cual sabe si sería positivo repetirla o no ¿verdad?

Un beso y me alegro verte algo mas animada (aunque reposada :P)

11:54  
Blogger monah said...

Yo soy bisexual, aunque te diré que no en un 50%... más bien un 70%-30% (es decir, me gustan más los hombres)... así que, no opinaré... sólo vengo a dejarte un beso ;D

18:04  
Anonymous Anónimo said...

pues yo... me estoy haciendo a la idea de probarlo... es algo que aunque sí he sentido curiosidad, no me acostumbro a imaginarme así.

No soy bi, pero todo sea por Él... veré, si me agrada tal vez sea más fácil seguir adelante. Pero tendré que esperar para poder decidir.. Luego te contaré :D

Cuidate mucho eh? nada de escapadas... tú dejate consentir... es muy bueno!

20:37  
Blogger lilaNegra{AMANDA} said...

Uff pues... JAJAJA que puedo decir, yo soy les. Pero me imagino la misma situación pero en sentido opuesto. No se, creo que acabaria obedeciendo.. Aunque como dices quiza el orbo que causa esa parte desconocida ayude, pero creo me gustaría como dices emepzar con algo simple...
Espero que te ientas mejor.
Te dejo besos en la mejilla

20:42  
Blogger Unknown said...

Parece que soy el primer amo en comentar este artículo.
Como en cualquier otra práctica, es necesario que esto se hable desde el principio, aunque las puertas queden abiertas. Pero creo que en la mayoría de los casos los amos tendemos a empujar a nuestras sumisas hacia la bisexualidad. También pienso que ellas no ponen demasiados reparos, y en la mayoría de los casos sienten la curiosidad. Y creo que esto es cierto también en el ambiente vainilla.
En cualquier caso, el desarrollo como pareja implica presionar un poquito cada vez los límites. Antes de probar es difícil saber lo que realmente le gusta y lo que no.

http://masterlobo.myblog.es

10:47  

Publicar un comentario

<< Home