domingo, octubre 28, 2007

Límites


Dice mi Amo que a diferencia de lo que ocurre con una sumisa, una esclava no puede poner límites unilaterales en su relación de sumisión, que estos deben ser pactados y, en cualquier caso, aprobados por el Amo.
En mi caso particular, mi Amo me ha concedido dos que para mí son fundamenatales: permitirme realizar libremente mi trabajo y no provocar ninguna acción que pueda desvelar mi condición de esclava ante terceros, principalmente ante mi familia pero también ante amigos y colegas.
Fuera de estos, no tengo límites absolutos, aunque es verdad que hay ciertas actividades que mi Señor no me obliga a realizar, pero no sólo porque yo esté en contra de ellas, sino porque también lo está él. La zoofilia, el scat, las marcas y heridas permanentes, la electricidad y los cortes son las más llamativas.
A mí me gustaría no tener ningún límite, hablar con mi Amo, contarle lo que no me gusta y que fuera él quien decidiera. Me han dicho que en ese caso qué ocurriría si mi Señor decidiese hacer algo de lo que yo estaba en contra. Si eso ocurriera, naturalmente tendría que obedecer, pero es algo que no me preocupa. Estoy segura de que mi Amo nunca me obligaría a hacer algo que le hubiese comentado que no me gustaba, aunque no constituyese ningún límite.
Hay algo, sin embargo, que sin ser un límite, nunca me ha parecido correcto y es el cumplimiento de una orden que implique a terceras personas si estas son ajenas al BDSM. Me parece que no tengo derecho a molestar a nadie con mis cosas, a poner en evidencia o a violentar a otras personas. Afortunadamente, mi Amo es de la misma opinión.

1 Comments:

Blogger lilaNegra{AMANDA} said...

Ufff Espero llegar a lo que describes, a decir no tengo límites.
Me traiciona el miedo al abndonarme de tal forma.
besos

02:40  

Publicar un comentario

<< Home