martes, diciembre 19, 2006

Placer de esclava



Uno de los aspectos que más me ha costado comprender en la relación de sumisión que mantengo es el axioma según el cual el placer de la esclava está totalmente supeditado al del Amo, hasta el punto de que ella obtiene su satisfacción porque el Amo obtiene la suya.

Durante todo este tiempo he tenido la oportunidad de leer gran cantidad de material acerca de BDSM y he hablado con un buen número de Amos y de esclavas y en todas las lecturas y en todas las conversaciones he podido comprobar que esa aseveración se repite prácticamente de forma unánime.

A pesar de todo ello, no había sido capaz de comprender esa realidad y pensaba que la principal razón de ser esclava era conseguir la propia satisfacción para, a través de la relación con el Amo, alcanzar ese estilo de vida y esa sensación de placer a la que toda esclava tenía derecho. Si además de eso, el Amo conseguía su satisfacción, bien a través del comportamiento de la esclava o bien gracias a sus propias vivencias, mucho mejor para todos, pero no me sentía capacitada para asumir un pensamiento que no alcanzaba a entender.

Sin embargo, la adquisición de una mayor experiencia y el adiestramiento, a veces imperceptible, con que mi Amo me ha ido domando, me han hecho evolucionar de una manera que podría considerarse misteriosa. Hoy puedo decir que no tengo ninguna duda de que mi único objetivo como esclava, mi absoluto deber y mi derecho más preciado es conseguir la satisfacción y el placer de mi Amo y que todos mis actos deben ir encaminados en ese sentido. Pero aún hay más. Cuando siento el látigo sobre mi piel o cuando me hallo de rodillas delante de mi Señor o cuando me arrastro a cuatro patas como la perra que realmente soy sé que lo que busco ya no es mi placer sino el suyo porque sólo si consigo dárselo tendré yo el mío. Y a veces me entristezco porque me parece que no está suficientemente satisfecho con el dolor de su esclava o con su comportamiento o con su actitud o, incluso, con las circunstancias que rodean cualquier relación.

Me siento orgullosa de sentir así pero más que nada porque eso significa que estoy evolucionando positivamente y que estoy avanzando cada día más en mi realidad de esclava. Ojalá éste sea también otro motivo de satisfacción para mi Dueño.