Pinzas

Mi Amo conoce mi debilidad con las pinzas pero el hecho de conocerla no significa que no siga actuando con el mismo criterio que tenía cuando me aceptó como sumisa. Eso hace que ni se apiade de mí y reduzca significativamente su uso ni se ensañe conmigo y disfrute con mi dolor ordenando que las use con más asiduidad que al principio. También ocurre que el estar enterado del pequeño problema que tengo con estos instrumentos caseros hace que no sea posible pensar que trato de presionarle para conseguir su benevolencia. Pero no sólo por eso, sino por dos razones aún más importantes. La primera que soy una sumisa y que por ello no tengo ni capacidad ni fuerza ni derecho para presionar a mi Amo. La segunda, que mi Señor jamás me permitiría que le presionara. Eso me da cierta tranquilidad, porque aunque no necesito su autorización para escribir lo que quiera ni debo temer una censura que jamás ha ejercido, no es fácil para alguien como yo decir que no soporta el resultado de una actividad que como sumisa debo aceptar aún cuando se trate de unas puñeteras pinzas de la ropa.
1 Comments:
Ah sumisa silvia,pero que mayor placer puede existir para una sumisa que dar sin obtener?Besos pequeña.
Tarha.
Publicar un comentario
<< Home