miércoles, octubre 11, 2006

Pinzas

Confieso que no soporto las pinzas en los pechos y reconozco que eso es un mal asunto cuando se es sumisa. O a lo mejor no, a lo mejor la tortura que representa tenerlas puestas durante el tiempo que decide el Amo es una forma más sublime de ofrecerle tu dolor para su propia satisfacción. En cualquier caso, las dichosas pinzas nunca han sido santos de mi devoción, aunque siempre había creído que con el tiempo me acostumbraría a ellas y las toleraría como una muestra más de mi sumisión y de mi entrega. En realidad, eso es lo que sucede, que mientras aprietan sin piedad mis pezones procuro pensar que ese acto servirá para afianzar la confianza de mi Señor en su sumisa. Pero no he conseguido acostumbrarme a ellas. Naturalmente las aguanto. ¡Qué remedio me queda!. Sin embargo, sí soporto esas mismas pinzas en cualquier otra parte de mi cuerpo, incluso en zonas aparentemente más sensibles.
Mi Amo conoce mi debilidad con las pinzas pero el hecho de conocerla no significa que no siga actuando con el mismo criterio que tenía cuando me aceptó como sumisa. Eso hace que ni se apiade de mí y reduzca significativamente su uso ni se ensañe conmigo y disfrute con mi dolor ordenando que las use con más asiduidad que al principio. También ocurre que el estar enterado del pequeño problema que tengo con estos instrumentos caseros hace que no sea posible pensar que trato de presionarle para conseguir su benevolencia. Pero no sólo por eso, sino por dos razones aún más importantes. La primera que soy una sumisa y que por ello no tengo ni capacidad ni fuerza ni derecho para presionar a mi Amo. La segunda, que mi Señor jamás me permitiría que le presionara. Eso me da cierta tranquilidad, porque aunque no necesito su autorización para escribir lo que quiera ni debo temer una censura que jamás ha ejercido, no es fácil para alguien como yo decir que no soporta el resultado de una actividad que como sumisa debo aceptar aún cuando se trate de unas puñeteras pinzas de la ropa.

1 Comments:

Blogger Tarha said...

Ah sumisa silvia,pero que mayor placer puede existir para una sumisa que dar sin obtener?Besos pequeña.
Tarha.

08:01  

Publicar un comentario

<< Home