jueves, noviembre 27, 2008

La libertad de la esclava


La cuestión que me gustaría plantear hoy se refiere a la existencia o no del derecho de la esclava a conservar una o varias parcelas de libertad en la relación de esclavitud que mantiene con su Amo. Es decir, si la esclava está autorizada a mantener una parte de su vida fuera de la relación BDSM o si es posible aceptar que un Amo no tenga acceso a alguna parcela de la existencia de su esclava.
Sé que algunos dirán que eso dependerá de lo que se haya pactado previamente, pero no me estoy refiriendo a la relación de un Amo con una sumisa, sino a una verdadera relación de esclavitud y no digo 24/7 porque es un término que nunca me ha gustado (Toda relación seria entre un Amo y una esclava es una relación 24/7).
Pondré algún ejemplo para ilustrar el tema y en este sentido la relación familiar es uno de los más típicos. ¿Puede una esclava mantener aparte la relación con su familia? Supongamos que el Amo exige saber cómo es esa relación y que exige controlarla personalmente, así como los correos familiares, las conversaciones familiares, etc. Supongamos, como una circunstancia extrema, que el Amo prohibe esa relación.
A este respecto, diré que en mi contrato existe una cláusula por la que se me niega el derecho a cualquier intimidad y si en mi caso personal no he de dar cuenta a mi Amo de esas relaciones familiares es porque él me ha otorgado ese derecho y soy consciente de que me lo puede quitar cuando quiera.
Insistiré con otros ejemplos. ¿Debe una esclava entregar a su Amo todo el dinero que gana y todas sus pertenencias o puede quedarse con él o al menos con una parte sin tener que dar explicaciones? ¿Tiene libertad para comprar algo que le haya gustado, para encontrarse con un amigo, para hablar con alguien o para mantener secretas sus conversaciones privadas?
Como ocurre siempre que planteo una cuestión opinable quiero manifestar, también en esta ocasión, mi parecer sobre este asunto, aunque pueda estar en contradicción con la opinión de muchas otras personas. Creo firmemente que un Amo tiene el derecho y la obligación de controlar total y absolutamente a su esclava, un control que debe llegar al cien por cien de las actividades de esta y que, por tanto, no hay espacios de libertad para una esclava a no ser que esa libertad le haya sido otorgada por su Amo como una concesión que es revocable y nunca como un derecho inamovible.

martes, noviembre 18, 2008

Ordenes y órdenes


¿Qué debe hacer un Amo que da una orden injusta, inadecuada o imposible de cumplir? Pretendo realizar una encuesta en mi otro blog acerca de este tema, pero mientras tanto me gustaría dar mi propia opinión. Yo creo que a la mayoría de las esclavas les ha ocurrido en alguna ocasión que sus Amos les han ordenado hacer algo que, por las circunstancias que sean, es imposible realizar o es desproporcionado o, incluso, injusto.
Unas veces es el propio Amo el que se da cuenta del error; en otras ocasiones, es la esclava, cuando tiene permitido hablar y exponer algún punto de vista, quien le pone al corriente de las circunstancias que rodean esa orden.
Y claro, llega el momento de tomar una decisión que, en mi opinión y en una primera impresión, puede ser doble: mantener la orden a pesar de todo o anularla y pasar a otro tema. Desde mi punto de vista, un Amo no debe dar marcha atrás nunca después de dar una orden y mucho menos cuando es como consecuencia de un comentario de su esclava. No lo debe hacer porque, según mi criterio, pierde credibilidad y poder de dominación ante su esclava, parece poco serio. Si yo dijera a mi Amo que la orden que me acaba de dar no puedo cumplirla y él, dándose cuenta de su error o sin darse cuenta, la retirase, la esclava perdería parte del temor o del respeto o de la sumisión ante su Amo y desde luego, su seguridad y prestigio como Amo quedaria claramente mermado.
¿Seguir manteniendo la orden a pesar de que sea injusta o de que no se pueda cumplir? Tampoco.
Un Amo debe saber en todo momento que órdenes puede dar y cuáles no y lo debe saber antes de darlas, sin dejarse guiar por las prisas, por las emociones o por un tonto sentido de la dominación. Sólo así seguirá conservando su prestigio ante la esclava, su poder y ese sentimiento que seguramente ha logrado inculcarle a ella y que hace que lo vea poco menos que como a un dios al que sigue ciegamente.

viernes, noviembre 07, 2008

Esclava = Puta


Una de las cosas que más me han sorprendido siempre y que menos me gusta del BDSM y de su parafernalia es la obsesión de la mayoría de los Amos por llamar puta a sus esclavas. Sé que es un hecho habitual y que con ello lo que se pretende es desprestigiar y humillar a la esclava y sé que todo Amo tiene derecho a llamar a su esclava como le venga en gana, ya sea puta, zorra, perra o como mejor le parezca y a tratarla de la forma más humillante y vejatoria sin que nadie pueda impedírselo, pero el apelativo de puta, además de no ser cierto, me parece produndamente equivocado.
Una puta, no hace falta decirlo, es alguien que intercambia sexo por dinero o por cualquier otro beneficio material o, extendiendo más su significado, alguien que disfruta del sexo con quien le viene en gana o con quien le parece bien, todas las veces que lo cree oportuno y sin anteponer ningún prejuicio o ajustarse a ningún convencionalismo.
Pues bien, una esclava no hace ninguna de las dos cosas. No sólo no mantiene sexo a cambio de una contraprestación económica o tangible ni con quien quiere y cuando quiere, sino que únicamente lo hace para conseguir el placer de su Amo, única persona hacia quien ella puede dirigir su sexualidad. De ese modo, puedo decir que me he encontrado con no pocas esclavas que son mucho más castas y practican mucho menos sexo desdeque dependen de un Amo que, no sé por qué razón, la denominan puta cuando podrían llamarla zorra o cerda o perra con mucha más propiedad.